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Prevaricación, prevaricación, ¡Qu'un sang impur abreuve nos sillons!

Noqueado, perplejo, paralizado y sin poderme levantar, así me he sentido, desde mi última entrada de blog, tras la avalancha de noticias sobre el caso Gurtel y la persecución del juez Garzón. Así me he sentido, como quizá cualquier ciudadano de a pie que no entiende nada de esta mierda de atajos y apaños legales que infecta toda la Justicia. Sobre el caso Gurtel, nada nuevo que cambie mis convicciones, salvo el aumento de las toneladas de mierda que pringa a todos los altos cargos y al partido del PP. No me preocupa la suerte personal del juez Garzón, aunque estoy con todos los indignados, su fama y su futuro están asegurados. En el peor de los casos, creo que al final será indultado y en cuanto a lo económico tiene un futuro seguro, tendría una avalancha de peticiones de conferencias y publicando algún libro, donde podría despacharse a su gusto sobre la basura inmunda de la Justicia, terminaría convirtiéndose en millonario de la noche a la mañana. Lo que en verdad me preocupa y me indigna es la indefensión y el desamparo en el que se encuentran las victimas y familiares del genocidio franquista. Esto es lo menos parecido a un Estado de Derecho o a una Democracia. En este país todo es interpretable, para simplemente administrar una justicia injusta y para recortar los derechos fundamentales de los ciudadanos. En este país, nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con que se mira. Los derechos y libertades son para todos; pero unos los usan y otros no, por eso, en nuestra Constitución están incluidos al principio en el Titulo Primero, lo que significa que están protegidos especialmente y que no se pueden cambiar con una votación del Parlamento. Esos derechos y libertades deben de ser interpretados en el sentido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, lo que pasa es que en España hay un problema gordo, de interpretación de las leyes y por eso estamos como estamos, confundiendo la voluntad de los que hicieron nuestra Constitución y la voluntad de los que hicieron la Carta Universal De Los Derechos Humanos, que está incluida en nuestra Constitución obligando a interpretar los derechos y libertades en el sentido de los que se recogen en esa Carta Universal y en el sentido de la intención de lo que querían decir y regular los que la escribieron, se confunde con la libertad de cátedra o la libertad de pensamiento. No es cierto que las leyes y los derechos se puedan interpretar en muchos sentidos distintos y que haya mucho margen interpretativo que pudiera depender de la opinión de quien la interpreta, porque el ultimo articulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice, que nada de esa Carta ni de esos artículos, ni de los derechos que recoge, pueden ser utilizados para limitar los propios derechos de la carta, ni interpretarlos en un sentido que limite esos derechos o los anule. Y si los derechos y libertades de la Constitución Española deben de ser interpretados en el sentido de esa Carta, entonces no se puede decir, cosas como por ejemplo, que el derecho a la libertad religiosa puede ser usado para limitar el derecho al aborto o que el derecho a elegir la educación de tus hijos, pueda ser usado para limitar el derecho de ellos a ser educados de forma que puedan desarrollarse como personas en la sociedad (El derecho de los padres a elegir una educación para sus hijos, no puede impedir a los hijos estudiar una asignatura como educación para la ciudadanía que enseña los propios derechos.) En realidad, en ESPAÑA, creo que todas las leyes deberían de acabar con el mismo artículo: “…y nada de esta ley puede ser interpretado en el sentido contrario a lo que dice o era la intención decir por los que la redactaron, ni puede ser usado para interpretar que la intención de los legisladores era otra o era otro el sentido de la ley…etc.”. ¡NO!, la Carta Universal de los Derechos Humanos, es lo bastante avanzada para su época, como para que llevemos ya tanto tiempo interpretando los derechos en un sentido que no es el de esa Carta, en lo relativo a la religión, la educación, etc.… Desde el primer día en que entró en vigor nuestra Constitución, nada impedía, sino que obligaba, a interpretar todos los derechos y libertades en el sentido de los de la Carta; pero aquí estamos, diciendo que una ley se puede interpretar en un sentido y en el contrario. Usando leyes e interpretándolas para impedir desenterrar a los asesinados por el Franquismo, o investigar lo que haya que investigar, es que es algo contrario, completamente, al espíritu, la letra, los derechos, las intenciones y todo lo que representa la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fue escrita para proteger los derechos de las personas como consecuencia de los crímenes cometidos sobre los judíos en el régimen nazi, crímenes del mismo tipo que los cometidos en el franquismo y para que esos crímenes pudieran ser perseguidos y todas las personas tuvieran el amparo de la justicia. Una Justicia Universal. Y eso está en el Titulo Primero de nuestra Constitución, …que los derechos deben de ser interpretados en el sentido de la Declaración Universal y que ningún derecho puede ser interpretado o usado para limitar los derechos de la Carta y por tanto, ninguna legislación española (Ni la Amnistía) puede ser usada en ese sentido, ya que estaría modificando el Titulo Primero de la Constitución. Esto no lo puede cambiar un juez, ni dos, ni tres, ni veintitrés.

No soy jurista, pero tengo claro quienes son los Prevaricadores en España y en la Justicia, no son otros que los que a sabiendas se olvidan del Titulo Primero de nuestra Constitución, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros Tratados Internacionales firmados por España. Por todo ello, creo que es hora de meterles mano a todos esos Prevaricadores, jueces o interesados en mantener la tierra encima de los muertos y en echar más tierra sobre el asunto. Es el momento de comenzar a plantear miles de querellas contra los Prevaricadores de nuestra Constitución, tanto en España como en los Organismos Internacionales. Creo que estas querellas las deben iniciar desde el mismísimo Juez Garzón hasta las Asociaciones de Victimas del Franquismo.

Hoy ya me puedo levantar y por lo menos gritar… Marchons, marchons! Qu'un sang impur abreuve nos sillons!

Letra republicana

Marchemos hijos de la Patria;

¡glorioso día luce ya!

otra vez el sangriento estandarte

los tiranos se atreven a alzar,

los tiranos se atreven a alzar.

¿Oís rugir por la campiña

esa turba salvaje y audaz?

¡Degollar vuestros hijos desea

para ahogar en su sangre nuestra idea!

Estribillo:

¡El arma preparad!

¡No hay tiempo que perder!

¡Marchad,

Marchad

a defender

la santa Libertad!

Mirad las hordas de traidores

que el suelo patrio van a hollar.

¿Para quiénes son esas cadenas

que forjando iracundos están?

Qué forjando iracundos están.

Son para ti, pueblo querido;

presto ve tal afrenta a vengar;

el furor en tu pecho despierte,

¡busca ya la victoria o la muerte!..

Estribillo

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4 comentarios:

  1. Cristina Quintans Lago10 de abril de 2010, 13:44

    Como jurista siempre me ha llamado la atención aquellos compañeros que se agarraban al texto de una ley como a un juramento divino. Las leyes al fin y al cabo no son más que palabras escritas por seres humanos en momentos históricos determinados. Aún podemos ver leyes vigentes y caducas como la que prohibe usas pantalones a las mujeres en Francia, leyes como prohibir la masturbación bajo pena de decapitación en Indonesia o incluso leyes tan absurdas como prohibir colgar una cama por la ventana en Reino Unido (y asi podríamos seguir y seguir).

    Dura Lex sed Lex, dicen ellos. Sí, claro que las leyes están para cumplirlas pero afortunadamente también están para cuestionarlas, sino las mujeres no podríamos todavía usar vaqueros en Francia.

    Las leyes no son universales pero ciertos principios, como el derecho a la vida, el derecho a la dignidad personal, el derecho a la justicia sí lo son. Y cuando una ley colisiona con tales principios, como muy bien tu has dicho, que menos que cuestionarla.

    Pero para eso hay que entrar en ese fondo donde no les interesa entrar, donde dicen eso de "yo ahí no me meto" que es como tener una puerta cerrada delante de ti y no intentar cruzar al otro lado simplemente porque la puerta está cerrada, es como decir "si la puerta está cerrada no voy a intentar llegar al otro lado porque para eso está cerrada" y ni siquiera molestarte en buscar una llave, que es lo que ha hecho Garzon, sin importarte lo que hay detrás, incluso si lo que hay detrás son nuestros familiares enterrados en fosas comunes asesinados por un gobierno ilegítimo, pidiendo justicia.

    Dicen que hay que pasar página. Pero cómo se puede pasar una página sin ni siquiera haberla leído?

    Cristina Quintáns Lago

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  2. Está todo por hacer! ¡Todo! y es que no terminamos de ponerle el cascabel al gato. NO hemos encontrado la ficha de dominó que haga que caiga todo aquello que desfavorece a una auténtica democracia. Está vigente y muy vigente el franquismo, y la famosa frase de "lo dejó atado y bien atado" Esto que estamos viviendo no es ni chicha ni llimoná. Una ensalada de ideologías mezcladas aderezadas con el aceite y el vinagre de una derecha de los de siempre. Hijos de hijos de hijos de su madre, con carnét de intocables, en puestos estratégicos. Siempre estarán más organizados porque no tienen escrúpulos. Y lo peor es que a sus votantes, les resbala todas sus actuaciones de putrefacción y vampirismo. Vamos patrás como los cangrejos. Aznar campando a sus anchas, que es el auténtico criminal, y Garzón el que lucha por la justicia, el único juez que ha buscado culpables por los crímenes de guerra sentado en el banquillo.¡Una vegüenza!

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  3. Resulta incomprensible y no me extraña que estemos noqueados, pues las leyes a las que tanto aluden plantean cuestiones formales para no entrar en el fondo de las cuestiones.
    Los oigo rugir con el "pasar página", pero suena a ocultar el pasado y así estamos. Los jóvenes ya no saben quién era Franco y cada vez les interesa menos la política, porque no comprenden y lo que no se entiende no es significativo.
    Gracias por volver, gatito

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  4. La corrupción es una célula y su núcleo es la monarquía-franquista que nos impusieron los monarquicos franquistas que hicieron la constitución de 1978, pues, no hubo referendum sobre si el pueblo quería monarquía o REPÚBLICA. Por eso, quien persigue y acosa, no solo a Garzón, sino a todo juez que intenten lo que ha hecho Garzón, los monárquicos los perseguirán, pues, quedan muchos franquistas en el TS y en otros tribunales con el TC. Los crimenes de los franquistas-monárquicos, siguen sin juzgarse porque la monarquía tiene USURPADO al pueblo el DERECHO de elegir democraticamente al Presidente del país. Pienso que, hasta que no tengamos el advenimiento de la III REPÚBLICA, no se repararán las victimas del franquismo-monarquaico, pues, no olvidemos que, Franco cogobernó con los Borbones durante muchos años en los que se cometieron muchos asesinatos "legales" en juicios sumarisimos. Salud y República.
    Fdo. Dr. Luis Mayoral Gázquez
    Abogado del pueblo en Almería (España)
    http://telecusa.blogspot.com

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